miércoles, abril 25

Montòn de Zorras


Hay veces en las que detesto vivir con una mujer. Son tan exageradas y volátiles, son verdaderas reinas del drama. Sobre todo los domingos, el dìa en el que Dios descansó pero ellas justo se ponen a limpiar la casa (sin previo aviso, porque uno siempre es el cavernícola insensible que no alcanza a levantarse antes que ellas para limpiar) y dale que limpian y limpian como verdaderas esquizofrénicas, encaramándose en los rincones mas LOL de la casa, como por ejemplo, las paredes del baño en las cuales ellas creen y asumen que hay millones de bacterias habitando en un montón de mugre las cuales DEBEN ser eliminadas inmediatamente de lo contrario los jinetes del Apocalipsis llegarán pronto. ¿Cuál es el problema que tienen las mujeres con la limpieza y la pulcritud?. OK, a nadie la gusta vivir en medio de la mierda y la inmundicia, pero ¿realmente tienen que ser tan exageradas?. Me descompone convivir con una mujer en día domingo, porque pareciera que todo lo referente al aseo, higiene y limpieza del hogar es un verdadero TEMA para ellas; es complejo. Cuando llega la hora de limpiar, todas las féminas que conozco se transforman (madre, primas, amigas, tías, etc) y se vuelven bastante desagradables. Durante toda la semana, todo bien, todo el flow, risitas, un sentido del humor de lo mas groovy y buena convivencia, pero puta llega el día domingo y se convierten en unas víboras, en las peores anacondas que uno pudiera encontrarse. Se ponen a limpiar absolutamente todos los rincones olvidados de la casa, con cara de “lo hago sola porque a ti no se te ocurre” y siguen el día entero con esa vibra tipo “nunca me ayudas en nada soy una mártir de la limpieza y por eso me merezco el cielo mas que tu”. Zorras del averno, quiero mucho a las mujeres pero verdaderamente las odio en día domingo. Con mis primas también me pasa, con mis amigas también me ocurría (acá no tengo amigas ni menopausia juvenil que aguantar), pareciera que toman la aspiradora o el estropajo y se ofenden porque uno no alcanzó a tomar el aparato en cuestión, primero que ellas, justamente porque ellas se adelantan, cuando uno igual lo iba a hacer. Porque uno no lo hace primero que ellas creen que uno no tenía la intención en primer lugar. Se ofenden y andan con esa cara de menstruación majadera simplemente porque uno no se encaramó sobre 5 sillas para llegar hasta ese recóndito lugar del rincón del techo de la pieza que nadie usa hace cien años. Montón de zorras, en día domingo son la contradicción andante, porque si bien son capaces de limpiar toda la casa ellas solas, se enojan y se sienten porque uno no las ayudò. Claro que a un hombre no le dan ganas de ayudar a una mujer que da la impresión de morder si uno se acerca a ofrecerle ayuda. ¿Entonces qué onda?. ¿Cuesta mucho pedir ayuda, solicitar una mano para limpiar algo?. ¿Por qué chucha sienten de antemano que tienen que hacerlo todo solas? Quieren hacerlo todo solas pero se molestan si uno no las ayuda, justamente porque uno asume que si quisieran ayuda la solicitarían. Si perfectamente todos podemos convivir en paz y amor si dividimos las tareas. Por lo menos eso creo yo. Este es un país libre y si uno quiere ayuda, pues bien, abre la boca y la pide. ¿Para que andar poniendo caras weonas de insatisfacción para dar a entender que se necesita ayuda?. Además que es bastante obvio que a mí no me dan ganas de acercarme a una mujer cuando veo que tiene la trompa de jurel de exportación hasta el piso. Entonces ahí como hombre se me produce una contradicción. ¿Querrá que le ayude?. ¿Estará con esa cara porque se siente poco considerada o porque el piso del baño está muy sucio? ¿Estará con esa cara por el plan nuclear de Irán? Si cuando le pregunté si quería ayuda me dijo que no, ¿ese “no” significará un grito desesperado de ayuda silenciosa o un no verdadero?. Desde ahora en adelante, cada vez que me encuentre en la desafortunada situación de estar con una mujer a punto de limpiar la casa, simplemente le ofreceré mi ayuda solo una vez. Si no quiere, me retiro a una pieza contigua, salgo a dar una vuelta a ver si está lloviendo en la esquina o haré cualquier cosa con tal de no estar con una mina buena onda transformada en una víbora. Pobre heterosexuales que tienen que aguantar a sus esposas/pololas/whatever en esas circunstancias. Solo espero que la vida con un hombre no sea así y que el desorden y la ropa interior esparcida en el suelo o los pelos de la barba en el lavamanos no sean problemas.


(mi intenciòn no fue ofender ni denigrar al gènero femenino, es solo una impresiòn de dìa Domingo)

3 comentarios:

Borde Urbano dijo...

Mmmm...eso siempre pasara con alguien que sea fanatico del aseo, ya sea mujer u hombre.... asi es que no es una cosa de genero...lo mejor ante esta situacion, por ejemplo si tu pareja esta limpiando como un enajenado el baño, le dices "mi amor, yo aprovechare de limpiar el patio"...es decir lo mas lejos posible.... y limpiar el patio efectivamente, aunque sea lo unico que limpies en todo el dia... ja-ja-ja, estrategias-estrategias... esop, que estes bien.
Saludos.
Jorge
PS: no puedo postear como anonimo

. dijo...

Creo que esto fué de antología.

Una vez, hace no mucho tiempo, mi mamá era la martir de cortar el pasto en el jardín de la casa, que es nímio pero igual, lo cortaba y limpiaba y barría sola, el punto es que al otro lado de la ventana, adentro, mi papá estaba sentado viendo el cable... y yo arriba, en el computador o en mi pieza haciendole dachaos al mundo.

Hasta que la gorgona de mi madre no aguantó más y le hizo el tremendo "cierre" a mi papá. Desde ahora ha habido un cambio paradigmático en el aseo del jardín: mi mamá no corta el pasto, ni lo barre ni nada; yo tampoco muevo un finger, y mi padre... no, tampoco hace nada, sigue estando hechado como vaca viendo tele, es sólo que ahora le paga a un hombre para que vaya a cortar el pasto.

;I

manu dijo...

Hola cariño, que risa....
te cuento que no limpio mi casa ni lunes, ni martes, ni miercoles, ni sabado, ni domingo... epidemia ya instalo en mi living...